Me gusta que me hables al oído mientras yo me hago la dormida.

viernes, 26 de febrero de 2010

"esto tenía que acabar"

" 28. 11. 2007. / Querido diario:

Aquí me encuentro sola en casa. Todos los días son iguales. Ya casi no conozco la cuidad, ya que cuando salgo sola es para hacer la compra en la calle de al lado. Pero bueno, ahora que estoy sola me siento más libre (dentro de casa, por supuesto) ya que por lo menos cuando veo la tele puedo poner el canal que a mi me guste y tirarme en el sofá a descansar un poco. Charlie está trabajando y más o menos ese es el motivo por el que no puedo salir, él es el que trae el dinero a casa y me cuida, y no es justo que yo lo pase bien con mis amigas mientras él se mata trabajando. Cuando él sale con sus amigos le hago compañía, sólo que no puedo separarme de él cuando quiero saludar a alguien conocido o me apetece hablar con los míos, él se pone celoso y no quiero que jamás se sienta mal por mi culpa. Siento que si no hago lo que me indica lo perderé para siempre. Sólo que echo de menos mis faldas, que están ahí arrinconadas en el armario, a mis amigas, tomar un café y cotillear sobre las novedades, ya que hace un montón de tiempo que no lo hago...más o menos desde que estoy con Charlie. ¿Y por qué no salgo un poco, antes de que llegue a casa? Sería buena idea. Llamo a mi amiga Sofy para tomar un café hasta las 7, tengo dos horas. Ya estoy preparada con mi falda favorita que hacía años que no la ponía (por suerte todavía entro en ella). Me dirijo hacia la puerta, pero en ese instante aparece Charlie por la puerta.

- ¿Se puede saber a dónde vas tan guapa?
- A ningún sitio, estaba probando a ver cómo me quedaba la falda después de tanto tiempo y prepararme un poco, hacía mucho tiempo que no me veía así.

En ese momento me dio una bofetada.

- No me mientas, sé que me estas mintiendo. ¿ A dónde coño vas? ¿ Acaso no te gusta tu casa? ¿ Prefieres vivir debajo de un puente?

- Me encanta mi casa, pero también tengo derecho a ver a mis amigas que las tengo abandonadas desde que estoy contigo. Tengo 23 años y contigo 3, y desde entonces no conozco nada nuevo, y lo poco que conozco lo estoy perdiendo por ti. ¿Qué es que tú tienes derecho a salir con tus amigos, emborracharte y llegar a las 6 de la madrugada, y yo no?"



Ahí fue cuando me cogió por la blusa y me empujó hacia la pared y me empezó a pegar cada vez con más intensidad. Me llevó hasta nuestra habitación, me tiró como un trapo viejo en la cama, se puso encima de mi y siguió pegándome hasta que mi nariz tuvo un extraño sonido y me empezó a doler un montón. Entonces paró y me dijo "creo que así ya sabes quien tiene los pantalones en esta casa, y no, no tienes derecho a salir si no es conmigo, ¿acaso ya no me quieres?, tú eres mía y de nadie más, y así será siempre." Se marchó dando un portazo y en mis ojos rompió una gran ola inundando toda mi cara.
Al día siguiente, tuve el valor de salir de casa e ir a denunciarle, no lo podía tolerar ni una vez más, llevaba dos años maltratándome física y psicológicamente, esto tenía que acabar. Y se acabó. Han pasado tres años y estoy con un chico estupendo, que, de momento y espero que para siempre, sí sabe tratarme como una mujer de verdad.

13 comentarios:

  1. Muy fuerte la historia.. lamentablemente hay muchos hombres que hacen eso -si se les puede llamar "hombres", porque pegarle a una mujer es de MUY poco hombre-
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. No sé si es una autobiografía lo que has contado, si es así, me alegro de tu decisión de denunciarlo y acabar con esa vida, la cual nadie se merece. Me alegro de tu nueva oportunidad para ser feliz.
    Besos y susurros muy dulces

    ResponderEliminar
  3. a pesar de ser algo tan cotidiano (lamentablemente) sigo teniendo un nudo en el estómago al leer cosas así, o conocer historias similares. Por otra parte la actitud de ella es la que ojalá se repitiera más...denunciar. Pero tristemente la justicia no funciona como debería...tristemente siguen existiendo cabrones como esos que no han aprendido que ELLOS y ELLAS son iguales.

    un besito de lacasito enorme chica guapa :)

    ResponderEliminar
  4. Es duro, pero millones de mujeres pasan por eso día a día, por eso hay que quitarse los temores, denunciar y ser LIBRE, porque nadie es propiedad de nadie!
    GRAN entrada!!

    Besos desde Francia

    ResponderEliminar
  5. Muy bonita la forma en que lo cuentas todo, aunque la historia sea super triste... :(

    Un beso, cuídate :)

    ResponderEliminar
  6. Charlie se merece lo peor :( Me alegro de que pusieras fin a aquello, me alegro de que vuelvas a vestir tus faldas con alguien que te quiere, y no dice hacerlo. :)

    besos

    ResponderEliminar
  7. Odio los hombres asi...no tienen derecho a maltratarnos y mucho menos decir QUIEN TIENE LOS PANTALONES PUESTOS EN LA CASA. Me parece que la casa se comparte y las deciciones se toman de a dos.. u.u

    ResponderEliminar
  8. Felicidades por tu valor hay personas que no lo tienen.=)
    besos

    ResponderEliminar
  9. Hermosas historias, tristes historias, historias... historias... historias...

    ResponderEliminar
  10. Uff... qe triste...
    Per es superbonito ^^

    Besos infinitos!

    ResponderEliminar
  11. qué fuerte... te felicito
    Ya me lo quisiera encontrar por ahí... a ver como le va.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Y no debería ser de otro modo :)

    ResponderEliminar
  13. pasate y recibe tu premio enorabuena

    ResponderEliminar